Personalidad, Entendimiento Emocional y Vidas Pasadas
Nuestro entendimiento emocional determina en gran parte nuestro comportamiento y personalidad. Por eso Algunos aspectos de las vidas pasadas pueden influenciar como nuestra personalidad se desarrolla desde nuestra niñez. Aquí nos referimos a la raiz de muchos problemas emocionales, de menores a mayores, que impiden o que se transforman en una pesada carga para nuestra felicidad y éxito.
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Los efectos de los trastornos emocionales se relacionan con lo que llamamos bloqueos mentales, temores que no se explican en la realidad, conductas obsesivas, depresión, ansiedad, adicciones, ira descontrolada, y muchos otros problemas que se repiten continuamente y que afectan a nuestras vidas para lo peor.
Veamos ahora cómo lo registrado en la memoria acerca de las vidas pasadas puede conjugarse con las emociones negativas experimentadas durante la niñez.
Cuando enfrentamos situaciones como aquellas que implican temor al rechazo, pérdida de algo importante, muerte real o muerte emocional, estar haciendo algo contra nuestra voluntad, culpa, ira, y muchas otras que implican algún temor o frustración, de alguna manera una parte de nuestra mente nos provee de un entendimiento de esas situaciones basado en nuestras experiencias pasadas configurando así un rango de resultados posibles, de alternativas de soluciones y acciones a tomar.
Durante la niñez, el entendimiento de esas situaciones están asociadas a experiencias usualmente relacionadas con los miembros de la familia y su comportamiento hacia el niño y con otras situaciones relacionadas con las necesidades básicas y sentimientos experimentados en la niñez .
Mientras el niño no sufre situaciones traumáticas, los recuerdos relacionados con lo que experimenta brotan de una manera normal y así las nuevas experiencias son sanamente guardadas en la memoria junto a los recuerdos asociados a esa misma experiencia o situación.
Pero cuando alguna situación traumática ocurre, como una golpiza u otro abuso físico o emocional, amenaza, abandono, negación de abastecer sus necesidades básicas, falta de afecto, aislamiento, ser ignorado, etc., el niño enfrentado a esas situaciones puede acceder aquellos recuerdos que pertenecen a situaciones traumáticas en las vidas pasadas para encontrar una forma de adaptarse a la situación presente .
Un aspecto importante a considerar aquí es que también en la niñez ocurren pesadillas que pueden causar la necesidad de acceder a recuerdos de experiencias similares pertenecientes a las vidas pasadas para confrontar las emociones desatadas por una pesadilla o provocar el uso de algún rasgo de carácter almacenado en la memoria de las vidas pasadas para enfrentar las emociones extremas, especialmente las de temor.
Como resultado de esto, un rasgo de carácter puede emerger desde las vidas pasadas en la personalidad normal del niño para servir como una defensa psicológica. Si la situación se repite frecuentemente, el rasgo de carácter aflorado temporalmente desde las vidas pasadas puede quedarse como parte de la personalidad normal. Así se condiciona la misma reacción para enfrentar situaciones que el subconsciente las considera como las mismas o similares situaciones, sin consideración de aspectos importantes que hacen a esa situación diferente en la realidad.
La personalidad normal toma en cuenta la realidad presente. La parte de la personalidad que ha sido tomada de las vidas pasadas toma la realidad presente de acuerdo a las condiciones que pertenecían a las vidas pasadas; de esta manera induce un entendimiento emocional que no calza con la practica social en la niñez, ni mas tarde cuando el niño pasa a ser un adulto .
Lo expuesto arriba puede explicar porque algunas personas permanecen en relaciones erradas, no puedan controlar su ira, sufren ansiedad o depresión, fobia social, etc., mientras que a la mayoría de las personas, en su misma situación, no les ocurre lo mismo .